Descripción | El entorno económico y social de nuestros países ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. La recesión vivida por la economía mundial durante los años ochenta, ha tenido importantísimas implicaciones en el desarrollo de los pueblos. La actual tendencia, aparentemente irreversible, de globalización de la economía ha significado el cambio en estructuras políticas y económicas de indiscutible trascendencia para el futuro de nuestras sociedades. Durante las últimas décadas vivimos un proceso rápido de modernización, en particular de los comportamientos demográficos, que han revolucionado las estructuras sociales. Estos cambios macro, determinan e impactan el desarrollo micro de las familias y los individuos, modificando las características y el significado de las diferentes dimensiones de la vida social. La familia constituye el eslabón clave de articulación de los cambios macro y la apropiación, en la cotidianidad de los individuos, de los profundos cambios del entorno. Su papel no es de agente pasivo víctima de los ajustes. Acompaña los procesos de cambio macro, con significativos cambios en su estructura, función y concepción. La familia ha sufrido un proceso de ajuste a las condiciones económicas y sociales del medio. Por ejemplo, su papel en la economía, conformando unidades de consumo, ha experimentado un proceso de complementariedad de perceptores de ingreso para compensar las reducciones de ingreso individual real. La familia está sufriendo un proceso profundo de cambio, que se refleja en procesos de socialización diferentes para las nuevas generaciones. A nivel de la familia se materializa con fuerza la transformación en los valores y percepciones determinado por el proceso de integración económica y social. Nunca antes se había vivido, en la familia, un cambio tan significativo y acelerado, como el que hemos presenciado en las últimas décadas. |